Ropa que rompe el silencio

Esther Regueira

Apuntes históricos sobre el Sahara español, la única colonia africana que no ha tenido un proceso de descolonización como tal.

A finales de 1975, y mientras Franco agoniza, el Gobierno español procede a la entrega repartida del Sahara Occidental a Marruecos y Mauritania. El 14 de noviembre se firman los acuerdos tripartitos entre España, Marruecos y Mauritania, por los que se cede la administración del territorio a ambas naciones. En octubre se inicia la «Marcha verde» por parte de Marruecos, en la que unos 300.000 marroquíes ocupan ilegalmente el Sáhara español, y comienza la invasión militar marroquí y mauritana, y la huida masiva de población civil saharaui que es atacada con fósforo blanco y napalm por la aviación marroquí. El ejercito español abandona a su suerte al pueblo saharaui, que empieza a sufrir persecuciones y asesinatos, teniendo que huir gran parte de la población al desierto argelino. El Frente Polisario se opuso a la ocupación marroquí y organizó la huida y el acogimiento de los refugiados que se establecen en campamentos, en la desértica región de Tinduf, en Argelia, país que le presta ayuda y acogida desde la ocupación. Los campos de refugiados de Tinduf acogen aproximadamente a 250.000 personas. En 1980 comienza la construcción de un muro de 2.700 kilómetros, sembrado por tres millones de minas antipersona, que divide en dos el territorio y separa a la población saharaui entre la ocupación y el exilio.

En este complejo contexto nace ARTifariti, Encuentros Internacionales de Arte en Territorios Liberados del Sahara Occidental, una cita con las prácticas artísticas entendidas como herramienta para reivindicar los derechos humanos, y en especial el de las personas y los pueblos a su tierra, su cultura, sus raíces y su libertad. Un encuentro anual de arte público para reflexionar sobre la creación, las prácticas artísticas y la sociedad.

Dentro de la tercera edición de ARTifariti, en octubre de 2009, tuvieron lugar dos proyectos de arte textil ¡A pintarropa! y Entretelas, que desembocaron en la creación del sello de ropa Sahara Libre Wear. Ambos proyectos comenzaron su desarrollo con la realización de dos talleres en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf en Argelia, concretamente en la Sede de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis del 27 de Febrero, campamento que debe su nombre a la fecha en que es proclamada la República Árabe Saharaui Democrática en Tifariti (la que pudiéramos considerar capital simbólica de los Territorios Liberados del Sahara Occidental), por el Frente Polisario. Estos dos talleres formaban parte de un proyecto que nació con la voluntad de convertirse, no en una acción artística puntual sino, por el contrario, en una propuesta de largo recorrido y hondas intenciones. Un taller de estampación textil, ¡A pintarropa!, impartido por Alonso Gil, y continuación del proyecto que con el mismo nombre Gil había realizado el año anterior. Y otro de confección, Entretelas, realizado por Angustias García y Esther Regueira, centrado en el ámbito discursivo y laboral de la mujer. En cualquier caso, ambos concebidos como espacios de intercambio y comunicación, pero también de formación y producción (intelectual, social, laboral y económica). Las dos propuestas utilizan la ropa como soporte para visibilizar la injusta situación de la comunidad saharaui, recurriendo al arte como estrategia de difusión y resistencia, como herramienta de lucha. La ropa se convierte de esta manera, en elemento generador de pensamiento y posicionamiento social. ¡A pintarropa!, título que juega con la expresión bélica ¡a quemarropa!, comenzó en 2008 como un taller de estampación textil y pintura que usaba la ropa cotidiana de los refugiados -darras, turbantes, melfas, camisetas, pantalones y ropa militar-, como elemento de expresión artística donde plasmar los deseos a través de siglas y consignas, para afirmar un Sahara Libre: ?R.A.S.D.? , ?¿dónde está la paz?? ?¿dónde está la libertad??, ?Sahara Libre?. Y todo ello con un repertorio propio de imágenes desarrolladas por Alonso Gil como las palomas de la paz o metralletas que disparan flores. Durante el proceso de trabajo de este proyecto los saharauis traían su ropa y se les devolvía estampada con dibujos y mensajes de autodeterminación y de paz. Ese primer trabajo culminó en un pase de modelos que tuvo lugar en Tifariti, una puesta en escena que mostraba toda esa producción artística como una vía para mantener alerta la reflexión sobre el modo vida del pueblo saharaui, en el que incluso se mostraron también los uniformes militares polisarios reciclados con la estampanción de diseños de lunas, estrellas, o kalashnikov tachadas, posicionándose, desde el arte, en la lucha por el cambio. Por supuesto, en una lucha pacífica.

El proyecto tuvo muy buena acogida y participación y por ello se decidió prolongarlo en el tiempo. En octubre del 2009, se retomó, pero esta vez con el propósito de formar a artistas saharauis, enseñarles la técnica de la estampación serigráfica, con objeto de crear una cooperativa de ropa estampada made in Sahara y que, junto con la producción de otra cooperativa de mujeres, Entretelas, se creara la marca de ropa Sahara Libre Wear. A día de hoy, la cooperativa ya está en marcha.

Entretelas, un proyecto que se concibe como un espacio de encuentro y diálogo con mujeres saharauis para la comunicación mediante el acto de la costura, toma su nombre de ese tejido escondido entre la tela y el forro de la prenda de vestir, la entretela, que proporciona refuerzo y consistencia a la prenda, evitando que se deforme. Sabemos que las reuniones de mujeres para coser, en cualquier ámbito cultural, han sido unos espacios privilegiados para la libre comunicación y expresión de sus ideas. Lugares de resistencia y no de resignación. Como dice Barbara Ehrenreich ?cada costura de la ropa que llevamos contiene la historia oculta de la vida y la lucha de una mujer? y, desafortunadamente, estas mujeres guardan demasiada memoria de lucha.

El mundo de la costura está lleno de metáforas y de gestos que generan un lenguaje propio. La idea de Entretelas es confeccionar diversos diseños a partir de la melfa, la prenda tradicional de las mujeres saharauis. Partiendo del respeto a la melfa como sígno de identidad, se generó un taller para diseñar y producir ropa a partir de la suya, prendas exportables y vendibles. Las melfas, esas telas únicas, estampadas a mano, de 4 metros de longitud, que la mujer saharaui luce tan elegantemente, se reconvierten -reciclando desde el respeto-, para extender su uso más allá de su cultura. Se unieron esfuerzos, experiencias y capacidades de un grupo de mujeres de distintas edades, estado civil, y wilayas, para fabricar ropa a partir de la suya propia. Reciclar una melfa en una prenda occidental es un gesto altamente significado; las vestimentas mandan señales y por ello, nos cubrimos con la misma tela, compartimos prenda y por tanto ideología y deseos. Traducimos su ropa para poder entenderla y hacer uso de ella; como decía el diseñador belga Dries Van Noten en una entrevista reciente en un diario nacional ?la ropa ofrece señales a la gente para que puedan hablar de sí mismos?. En todo caso los objetivos de los talleres eran, por una parte mejorar la capacitación de mujeres y jóvenes a través de la formación especializada y así permitir el acceso al mercado laboral, generando ingresos que les permitan cierto grado de independencia; es decir, propiciar la autogestión. Y por otra, promover el tejido y la industria cultural saharaui a través de la formación de nuevos profesionales de las Artes y la Cultura. A día de hoy podemos decir que estos objetivos se están logrando ya que dos de las mujeres asistentes a Entretelas, continúan trabajando al tiempo que formando a su vez a otras para poder aumentar la producción. A partir de los dos talleres, ¡A Pintaropa! y Entretelas, que en muchos momentos se cruzan en colaboraciones -se estampan algunas ropas de las que se confeccionan-, se han puesto en marcha las dos cooperativas que producen la ropa de la marca Sahara Libre Wear, una etiqueta que, como su propio nombre indica, usa la ropa para, desde el arte, desde la práctica artística, hablar de la situación que vive la comunidad saharaui, creando prendas de vestir que en cierto sentido rompan el silencio y llamen la atención de la comunidad internacional. La ropa, la moda, son categorías de la existencia que muestran cierto tipo de posicionamientos; las prendas de la marca Sahara Libre Wear son pinceladas gestuales con intención.

Creemos firmemente en la importancia de la existencia de estas cooperativas y en la necesidad de sus consecuencias, especialmente en la difícil y dura realidad que supone vivir en el exilio.

Tanto ¡A Pintaropa! como Entretelas, comparten una base, profundizar en el conocimiento del pueblo Saharaui al tiempo que cuestionar ciertos aspectos perversos de la política internacional, como la paradoja que se produce cuando se proporciona alimento pero no se lucha por solucionar la situación agónica de un pueblo. Y también comparten intención, generar entusiasmo y ocupación, poner en marcha cooperativas autogestionadas, cuya producción tenga salida fuera y evidencie la situación dramática de este pueblo al tiempo que genere ingresos con la venta de sus prendas y así se pueda retroalimentar ese lugar de formación, producción y difusión de sus mensajes. De sus discursos.

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